En rincones inesperados, en dibujos sin pensar, en formas de la naturaleza, en una sopa... las letras aparecen ante nosotros de forma sorpresiva. A veces nos buscan a nosotros, se nos presentan desafiantes inmersas en imágenes o en contextos ajenos. Pero tenemos que reconocer que a veces somos nosotros los que las buscamos, escrutinamos las formas hasta dar con ellas, las provocamos forzando líneas y curvas.
Hoy las hemos rescatado de entre números, siguiendo aquella técnica de la calculadora que tanto nos fascinaba cuando éramos pequeños.
Empezamos con palabras sueltas.
Terminamos construyendo frases.
¿Te animas?
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